Una nueva investigación aporta algunas buenas noticias para los amantes de los alimentos picantes, después de encontrar que comer chiles rojos picantes podría ayudar a promover la longevidad.

Un estudio de más de 16.000 personas en los Estados Unidos reveló que las personas que consumieron chiles rojos tenían un menor riesgo de muerte por todas las causas en un promedio de 18 años, respecto a los que no lo tenían en su dieta.

Los coautores del estudio, Mustafa Chopan y Benjamin Littenberg, ambos de la Universidad de Vermont Colegio de Medicina, informaron recientemente sus hallazgos en la revista PLOS One.

Los pimientos de chile son los frutos de la planta de Capsicum, que pertenece a la familia de las solanáceas. Hay muchos tipos de chile, todos los cuales tienen diferentes niveles de picor.

En pimientos picantes, como jalapeños, el sabor ardiente proviene de un compuesto llamado capsaicina. Los estudios han sugerido que este compuesto puede ofrecer una gran cantidad de beneficios para la salud.

Un estudio reciente, por ejemplo, encontró que la capsaicina podría tener el potencial para detener el cáncer de mama, mientras que un estudio anterior vinculó el compuesto con un riesgo reducido de cáncer colorrectal.

Según Chopan y Littenberg, sólo un estudio previo publicado en The BMJ en 2015 ha investigado cómo el consumo de alimentos picantes como chiles puede afectar el riesgo de muerte. Encontró un vínculo entre el consumo regular de estos alimentos y la reducción de la mortalidad por todas las causas y la mortalidad por causa específica.

El nuevo estudio apoya esta asociación, después de encontrar que las personas que consumen chiles rojos picantes pueden tener una vida más larga.

Riesgo de mortalidad por todas las causas 13% menor con la ingesta de chile rojo

Chopan y Littenberg alcanzaron sus hallazgos analizando los datos de 16.179 adultos mayores de 18 años, que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición III, entre 1988 y 1994.

En el punto de la encuesta, el consumo de los participantes de chiles rojos picantes durante el último mes se evaluó mediante un cuestionario de frecuencia de alimentos.

La mortalidad por todas las causas y la causa específica de los participantes se controlaron durante un período de seguimiento medio de 18,9 años utilizando el Índice Nacional de Defunciones. Durante el seguimiento, 4,946 muertes ocurrieron.

En comparación con los participantes que no consumieron chiles rojos picantes, los que lo hicieron se encontró que en un 13% redujo el riesgo de mortalidad por todas las causas.

Debido al número relativamente pequeño de muertes en este estudio, Chopan y Littenberg dicen que sus datos sobre cómo la ingesta de chile rojo puede afectar a las causas específicas de muerte es limitado.

Sin embargo, los datos disponibles sugirieron que el consumo de chile rojo picante estaba más fuertemente asociado con un menor riesgo de muerte por enfermedades vasculares, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Mientras que los investigadores son incapaces de identificar los mecanismos precisos por los cuales los chiles rojos pueden extender la vida útil, el equipo dice que es probable que sea la capsaicina, en las actividades de los canales transitorios de receptor potencial (TRP).

«La activación del TRP vanilloide tipo 1 (TRPV1) parece estimular los mecanismos celulares contra la obesidad, alterando los mediadores del catabolismo lipídico y la termogénesis», explican los investigadores. «La protección contra la obesidad conduce a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y pulmonares».

«La capsaicina también puede defenderse contra las enfermedades del corazón a través de una modulación mediada por TRP del flujo sanguíneo coronario», añaden.

Nueva investigación fortalece la generalización de hallazgos previos

En general, el equipo dice que estos últimos resultados apoyan los del estudio de 2015, vinculando la ingesta de alimentos picantes a un menor riesgo de muerte, mostrando «una disminución significativa en la mortalidad asociada con el consumo de chile picante».

Sin embargo, Chopan y Littenberg señalan que el estudio anterior sólo se llevó a cabo en adultos chinos, por lo que la nueva investigación «fortalece la generalización» de esos hallazgos.

El equipo concluye que:

«Dada la naturaleza observacional de ambas investigaciones, la causalidad sólo puede ser sugerida, no confirmada. Más estudios deben tener como objetivo investigar los beneficios de otras especias y efectos diferenciales de ciertos subtipos de chiles picantes. Tal evidencia puede conducir a nuevos conocimientos sobre las relaciones entre la dieta y la salud, recomendaciones dietéticas actualizadas y el desarrollo de nuevas terapias».

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