Una nueva investigación del Colegio de Cirujanos en Irlanda (RCSI), publicado en Neuropsicofarmacología de la Naturaleza ha puesto de manifiesto los cambios físicos que existen en áreas específicas del cerebro implicadas en la esquizofrenia después del uso de cannabis durante la adolescencia. La investigación ha demostrado que el consumo de cannabis durante la adolescencia puede interactuar con un gen, llamado gen de la COMT, que causa cambios físicos en el cerebro.

El gen COMT proporciona instrucciones que hacen que las enzimas desglosen un mensajero químico llamado dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que ayuda a conducir las señales de una célula nerviosa a otra, especialmente en el cerebro y la recompensa de los centros de placer. El consumo de cannabis del Adolescente y su interacción con las formas particulares del gen COMT ha sido demostrado que causan cambios físicos en el cerebro así como aumentan el riesgo de desarrollar esquizofrenia.

Dr. Áine Behan, Departamento de Fisiología, RCSI y autor principal del estudio dijo: «Este es el primer estudio que muestra que los efectos combinados del gen COMT con el consumo de cannabis en adolescentes causar cambios físicos en las regiones cerebrales asociadas con la esquizofrenia. Demuestra cómo los factores genéticos, ambientales y de desarrollo interactúan para modular la función del cerebro en la esquizofrenia y apoya la investigación anterior que ha demostrado que el comportamiento del gen COMT influye en los efectos del consumo de cannabis en los adolescentes la conducta relacionada con la esquizofrenia.

Las tres áreas del cerebro evaluados en este estudio encontraran cambios en el tamaño de la celda, la densidad y los niveles de proteína.
«Aumento de los conocimientos sobre los efectos del cannabis en el cerebro es fundamental para la comprensión de la salud mental de los jóvenes, tanto en términos de violencia psicológica y psiquiátrica del bienestar», continuó el Dr. Behan.

La investigación fue financiada por el Consejo de Investigación en Salud y la Fundación Científica de Irlanda.

CAMBIOS FISICOS EN LA ADOLESCENCIA

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