Investigadores han descubierto un gen completamente nuevo, responsable de desencadenar el cáncer de mama, lo que aumenta el crecimiento del tumor y la regulación de la metástasis (la extensión de tumores en todo el cuerpo), que es la principal causa de muerte en la mayoría de casos de la enfermedad.

El descubrimiento – publicado hoy en la prestigiosa revista estadounidense, Cancer Cell – allana el camino para el desarrollo de terapias que se dirigen a las primeras etapas del cáncer de mama.

El equipo de investigación, dirigido por el profesor Christina Mitchell, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, descubrió el gen PIPP (inositol polifosfato 5-fosfatasa rica en prolina).

«El descubrimiento del supresor tumoral del nuevo gen podría tener importantes implicaciones para la forma en que tratamos, gestionamos e incluso detectamos subconjuntos específicos de cánceres de mama que necesitan tratamientos específicos o relacionados con el perfil de expresión génica en el que se pierde la expresión PIPP,» el profesor Mitchell dicho.

Dr. Lisa Ooms, el autor principal del artículo, dijo que PIPP juega un papel importante en la iniciación y el crecimiento del tumor primario. Junto con otro oncogén ya conocido, AKT1, que está implicado en la propagación de la enfermedad – la principal causa de muerte por cáncer de mama, explicó.

La investigación tiene tres consecuencias principales.

El primero es que puede ayudar a identificar un subconjunto de pacientes que podrían ser objeto con terapias dirigidas a PIPP y la vía oncogén que PIPP regula.

En segundo lugar, puede ayudar en la identificación de pacientes en riesgo de desarrollar cáncer secundario, lo que permite a los médicos a tomar decisiones mejor informadas sobre la conveniencia de aplicar una terapia agresiva o dirigido.

En tercer lugar, los hallazgos podrían abrir el camino para el desarrollo de un fármaco potencial que apuntar el cáncer primario y que puede ayudar a prevenir o retardar su crecimiento.

El cáncer de mama es el cáncer más común en las mujeres. Una vez que se ha diseminado, la quimioterapia es la única opción para el tratamiento y las posibilidades de una curación completa se reducen.

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