¿Cómo conseguir algo crecer de la nada? Esto es lo que el equipo de química de polímeros en el Departamento de Química en el Laboratorio Ångström esta a descubrir a gran velocidad. Sus resultados significan que pronto no tendrá que ser operado para curar fracturas graves de huesos o lesiones por quemaduras. Todo lo que se necesita es una inyección.

«Explorar todo lo que tenemos». Esta cita, que introduce a la tesis Sonya Piskounova sobre biomateriales inteligentes, se ha tomado de Lara Croft, la heroína del juego Tomb Raider. El lema refleja la actitud del equipo de investigación en química de materiales en el Laboratorio Ångström. Una actitud en gran medida basado en la colaboración interdisciplinaria. Además de los químicos esta tambien el equipo de biólogos, investigadores médicos, cirujanos y científicos de los materiales.

Sonya tiene una maestría en biotecnología. La especialidad de la investigación se llama la medicina regenerativa y se trata de desarrollar nuevos biomateriales y métodos para obtener huesos humanos, cartílagos, nervios y piel.

Sonia Piskounova se concentra en la creación de nuevo tejido óseo con la ayuda de una biomolécula llamada BMP-2, que es una proteína que hace que los huesos crecen. El problema con BMP-2 es que se descompone en el cuerpo en tan sólo unos minutos.

«¿Qué hay de nuevo, y lo que muestro en mi tesis, es que al tener una sustancia similar al gel portador, un hidrogel, usted puede controlar cómo y dónde el hueso nuevo va a crecer», explica Sonia Piskounova.

Este hidrogel se puede inyectar y además está hecha de un tipo de azúcar (ácido hialurónico). Se produce naturalmente en el cuerpo en los seres humanos y animales y es también utilizado en los productos cosméticos para el tratamiento de las arrugas. Esto ofrece ventajas importantes.

«Por un lado, a evitar la cirugía abierta y el riesgo de complicaciones e infecciones que conlleva, y, por otro lado, no hay riesgo de que el cuerpo lo rechaza, dice Sonia Piskounova.

Las aplicaciones en la salud incluyen tanto curar fracturas complicadas de hueso y hacer con que tejido óseo se desarrolle donde hay muy poco o ninguno. Se puede usar la tecnica para tratar defectos después de fracturas óseas o en el cáncer, o cuando la mandíbula es demasiado débil para soportar un implante dental. Los ensayos clínicos ya estan en marcha en el Hospital Karolinska University.

«Las pruebas demuestran que está funcionando bien, pero el problema que tenemos que resolver es cómo determinar la dosis óptima de la proteína. De lo contrario se puede producir inflamaciones en el tejido circundante.»

A pesar de esta dificultad, Sonya Piskounova esta cierta que este tipo de tratamiento pronto será una realidad en nuestros hospitales.

«Dentro de diez años. Estoy absolutamente segura, dice, golpeando la mesa con el puño.»

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