Escuchar música activa los cerebros de una manera más simétrica en los músicos, comparativamente a los que no son músicos, según una nueva investigación del Centro Finlandés de Investigación Interdisciplinaria de Música (CIMR) en la Universidad de Jyväskylä – Finlandia. Esto puede reflejar una comunicación más eficiente a través de los hemisferios cerebrales en los músicos.

De hecho, las demandas de la maestría musical, como la coordinación bimanual de movimientos de los dedos, pueden requerir una mayor conectividad entre las regiones motoras de los dos hemisferios cerebrales para la velocidad y la eficiencia necesaria para la interpretación musical. Esta mayor conectividad se observa a continuación, en la actividad cerebral más simétrica.

Los resultados ponen de relieve que la postura y la cinemática específica implicada en el instrumento de sonido pueden ser factores decisivos en la conformación de las respuestas cerebrales durante la escucha de música. El estudio fue publicado en la edición de septiembre de la revista PLoS ONE.

El equipo de investigación registró la actividad cerebral de 18 músicos y 18 no músicos mientras atentamente escucharon música de diferentes géneros, utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) en el Centro de IAM de la Universidad de Aalto, en Finlandia. «Mediante el uso de este enfoque más realista para estudiar el cerebro y experimentos más controlados en el campo de la neurociencia, no hay necesidad de confiar en la capacidad de los participantes para el auto-informe, lo que podría limitar los procesos cerebrales mismos que tratamos de estudiar», explica Iballa Burunat, el autor principal del estudio.

Curiosamente, los análisis estadísticos revelaron también que las respuestas cerebrales de teclistas eran más simétricas que las de violinistas. «El tocar el piano requiere un uso más especifico y sincronizado de las dos manos y de los dedos, en comparación con el violín, lo que puede estar indicando estas diferencias», explica el prof. Petri Toiviainen de la Universidad de Jyväskylä, un co-autor del estudio.

No sólo el motor, sino también áreas visuales se comportaron más simétricamente en el grupo de teclistas en comparación con violinistas, «una diferencia tal vez derivada de los requisitos de coordinación mano-ojo desiguales entre estos grupos», añade la profesora Elvira Brattico de la Universidad de Aarhus, Dinamarca, un co-autor del estudio.

Al leer la música, teclistas requieren estrategias eficientes de exploración visual para la adquisición continua de múltiples partes de información visual y el control de sus movimientos de mano sincronizados. Por lo tanto, los diferentes perfiles de simetría parecen reflejar las competencias específicas necesarias para el dominio de diferentes instrumentos.

Estos resultados tienen implicaciones más amplias para una mejor comprensión de cómo la experiencia en una modalidad (en este caso, el control motor) puede impulsar cambios en el procesamiento neural en otra modalidad (escuchar).

La plasticidad del cerebro, que se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse, como resultado de la experiencia, se ha convertido en un área de creciente interés en la neurociencia. «Aunque no podemos probar la causalidad, se cree en esa formación musical específica que conduce a esta simetría: en otras palabras, la experiencia musical puede causar cambios funcionales permanentes en la forma en que los músicos perciben y procesan la música a nivel neuronal», concluyó Iballa Burunat . Con todo, nuestra experiencia musical parece ser crucial en cómo nuestros cerebros escuchan música.

los nacidos en diciembre

Comenta este articulo