Llamando a todos los dueños de perros: ¿su amigo de cuatro patas parece saber cuando te sientes triste, feliz o enojado? Si es así, un nuevo estudio podría explicar el por qué. Los perros reconocen las emociones humanas recurriendo a diferente información sensorial – una habilidad que, hasta ahora, sólo se había identificado en primates y humanos.
La investigación anterior afirmaba que la capacidad de los perros para diferenciar entre las emociones humanas se había reducido a un «comportamiento asociado» – en el que se vinculan determinados estados emocionales a las expresiones faciales u otras señales que habían aprendido.
Pero, de acuerdo con el estudio del coautor Prof. Daniel Mills – de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Lincoln del Reino Unido, y sus colegas, su investigación desafía esta teoría.
«Ha sido un debate de larga data sobre si los perros podrían reconocer las emociones humanas», señala el profesor Mills. «Muchos propietarios de perros informan anecdóticamente que sus mascotas parecen muy sensibles a los estados de ánimo de los miembros de la familia humana.»
«Sin embargo, hay una diferencia importante entre la conducta asociativa, como aprender a responder adecuadamente a una voz enojada, y el reconocimiento de una serie de muy diferentes señales que van de la mano para indicar la activación emocional en otro», añade.
«Nuestros hallazgos son los primeros en mostrar que los perros realmente reconocen emociones en los seres humanos y en otros perros.»
Para su estudio, publicado en la revista Biology Letters, el equipo mostró 17 imágenes de perros domésticos y de seres humanos y que denotaban expresiones emocionales positivas (felices o lúdicas) o negativas (enojadas o agresivas).
Junto a la presentación de la imagen, los investigadores también acoplaron clips de audio positivos o negativos (voces o ladridos) de sujetos caninos y humanos desconocidos.
El equipo encontró que cuando a los perros se les mostró una imagen que hacía juego con el estado emocional de un clip de audio – por ejemplo, si una voz enojada igualaba una expresión facial de enojo – este pasó mucho más tiempo observando. Este fue el caso de dos imágenes – humanas y caninas y consecuentes clips de audio.
El equipo dice que sus hallazgos indican que los perros combinan diferente información sensorial para formar una representación mental de los estados emocionales positivos y negativos de los seres humanos y caninos.
El Coautor del estudio Dr. Kun Guo, de la Escuela de Psicología de Lincoln, explica:
«Nuestro estudio muestra que los perros tienen la capacidad de integrar dos fuentes diferentes de información sensorial en una percepción coherente de las emociones en los seres humanos y perros.
Para ello se requiere un sistema de categorización interna de los estados emocionales. Esta capacidad cognitiva, existente hasta ahora, sólo se había evidenciado en los primates y la capacidad de hacer esto en todas estas especies sólo se observa en los seres humanos».
El Prof. Mills señala que los perros en el estudio no tenían ninguna formación previa y no estaban familiarizados con los seres humanos y caninos en las imágenes y clips de audio, lo que sugiere que la capacidad de los perros para dibujar en diferentes fuentes de información sensorial puede ser inherente.
«Como especies altamente sociales, una herramienta de este tipo habría sido ventajosa, y la detección de las emociones en los seres humanos puede, incluso, haber sido seleccionada por más generaciones de domesticación por parte nuestra», añade.
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