Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia han identificado una proteína que determina la identidad y las propiedades invasivas de las células de cáncer de mama. El hallazgo podría llevar al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas y de diagnóstico para atacar la metástasis y la invasión del cáncer de mama. El estudio se publica en la revista científica Cancer Research.

La invasión de células cancerosas del tejido circundante es el primer paso en la metástasis, la principal causa de muerte en el cáncer. Nuestro conocimiento de cómo las células cancerosas adquieren propiedades invasivas y metastásicas es incompleto y, en consecuencia, existe una falta de tratamiento para los pacientes de cáncer con enfermedad metastásica. El estudio actual arroja nueva luz sobre esta área.

«En los últimos años, se ha hecho evidente que un cambio en la identidad de una célula cancerosa puede contribuir a su comportamiento invasivo y metastático», dice Jonas Fuxe, profesor asociado del Departamento de Microbiología, Tumor y Biología Celular del Instituto Karolinska, quien dirigió el estudiar.

Durante mucho tiempo, se creyó que la identidad de una célula, que se crea durante el desarrollo embrionario, es una característica permanente. Por lo tanto, una vez que una célula haya recibido la instrucción de convertirse, por ejemplo, en una célula muscular, una célula nerviosa o una célula de la piel, seguirá siendo este tipo de célula sin importar qué.

Hoy, sin embargo, sabemos que la identidad de una célula no es necesariamente fija, y puede cambiar en condiciones patológicas como el cáncer. Las células cancerosas se originan principalmente a partir de un tipo de células llamadas células epiteliales que forman la piel, las superficies internas de nuestros órganos tubulares y las glándulas, por ejemplo, en el seno. Estudios recientes muestran que las células de cáncer de mama pueden perder su identidad epitelial y adquirir propiedades invasivas y metastásicas a través de un proceso denominado transición epitelial-mesenquimatosa (EMT).

«La inducción de EMT se puede describir como un proceso que se asemeja a cómo los barcos en un puerto que no están enganchados desde sus puntos de anclaje están listos para salir», dice el Dr. Fuxe. «Aquí es donde entra una proteína llamada CXADR, o CAR,».

CAR fue originalmente identificado como un receptor de virus, pero su función normal no se ha entendido. La CAR se pierde a menudo durante la progresión del cáncer hacia una enfermedad invasiva y metastásica, pero las implicaciones de esto no han sido claras.

«Lo que mostramos en este estudio es que CAR es un importante punto de anclaje para las células de cáncer de mama, lo que evita que pierdan su identidad de células epiteliales y se conviertan en invasoras», dice el Dr. Fuxe.

Lo que también fue interesante fue que, cuando se reintrodujo CAR en células de cáncer de mama con niveles bajos de CAR, fue posible cambiar las células de nuevo a una identidad más epitelial (normal) y, por lo tanto, reprimir sus propiedades invasivas. Los resultados pueden abrir el camino para apuntar a CAR como una nueva estrategia para inhibir la invasión y metástasis del cáncer de mama.

Más información: Azadeh Nilchian et al, formación mediada por CXADR de un signalosoma inhibidor de AKT en uniones estrechas que controlan la plasticidad epitelial-mesenquimática en el cáncer de mama, investigación de cáncer (2018). DOI: 10.1158 / 0008-5472.CAN-18-1742

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