En un estudio publicado la semana pasada en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, un equipo dirigido por el Dr. Vicente Poitout de la Universidad de Montreal, el Hospital Centro de Investigación (CRCHUM) ha dado un importante paso adelante en la comprender cómo se regula la secreción de insulina en el cuerpo.

Este descubrimiento tiene implicaciones importantes para los fármacos actualmente en desarrollo para tratar la diabetes tipo 2, una enfermedad que se diagnostica cada 10 segundos en algún lugar en todo el mundo.

Los estudios se centran en la proteína G-receptor acoplado de ácidos grasos libres (FFA1/GPR40), una molécula que juega un papel clave en el fomento y la regulación de la producción de insulina, una hormona producida por el páncreas para eliminar el exceso de glucosa de la sangre, que de otro modo sería tóxico.

Poitout demostró que la glucosa en la sangre estimula la expresión del receptor, que a su vez impulsa al cuerpo para producir insulina cuando los ácidos grasos y glucosa aumente en la circulación, tal como ocurre después de una comida.

Su realización consiste en la cartografía de la vía intrincada tomada por la glucosa para estimular la expresión del receptor y en la identificación de los diversos procesos genéticos y celulares que se activan en este proceso. Este fenómeno contribuye a mantener el equilibrio adecuado entre la ingesta de nutrientes y la producción de insulina. Ese equilibrio es precisamente lo que se altera en pacientes con diabetes tipo 2, para los cuales la producción de insulina es deficiente, y que conduce a una variedad de condiciones crónicas.

A pesar de una nueva generación de fármacos contra la diabetes que se dirigen a este receptor para promover la tolerancia a la insulina y la producción está siendo probado, hasta ahora poco se sabe sobre la forma precisa la expresión de GPR40 se controla. «Nuestro trabajo ha contribuido a una mejor comprensión de cómo funcionan estos nuevos fármacos. Nuestro objetivo final es permitir que los pacientes con diabetes tipo 2 puedan llevar una vida saludable, libre de las complicaciones asociadas con esta enfermedad», explica Poitout.

La diabetes tipo 2, que solía presentarse cuando la gente envejece, ahora aparece en una edad más temprana debido a la creciente prevalencia de obesidad en niños y adolescentes. Su apariencia puede ser acelerado por un estilo de vida poco saludable (dieta rica en grasas, la falta de ejercicio, etc.) Aunque a veces puede ser controlada mediante la adopción de un estilo de vida saludable y la dieta, la mayoría de los pacientes están obligados a tomar medicación diaria para el resto de sus vidas. La prevalencia de diabetes se espera por la Organización Mundial de la Salud sea superior a 550 millones de personas en 2030.

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