En lo que podría ser un avance en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer, los investigadores de Cleveland Clinic han revertido los efectos de la enfermedad en las mentes de los ratones. Al desconectar una enzima, los ratones disfrutaron de una función cognitiva restaurada.

«Hasta donde sabemos, esta es la primera observación de una inversión tan dramática de la deposición de amiloide en cualquier estudio de modelos de ratón con enfermedad de Alzheimer», dijo uno de los coautores del estudio, Riqiang Yan, presidente de neurociencias de la Universidad de Connecticut y coautor, descubridor de BACE1, en un comunicado de prensa.

El estudio se realizó con ratones especialmente criados que padecían los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Los científicos pudieron imitar medicamentos futuros al desactivar BACE1, una enzima que juega un papel importante en el desarrollo neuronal de humanos y ratones en los roedores. Sin embargo, los investigadores creen que BACE1 también puede producir placas beta-amiloides, que algunos creen que, cuando se producen en cantidades anormales, pueden conducir al Alzheimer.

La reducción de la producción de BACE1 condujo a una mejor función cognitiva en los ratones y al descenso constante de los depósitos de placa. En 10 meses, los investigadores ya no pudieron detectar la placa en el cerebro de los roedores. Eso significaba que los ratones disfrutaban de recuerdos mejorados y de un aprendizaje mejorado. Aún así, sus mentes no fueron devueltas a la capacidad previa a la enfermedad de Alzheimer.

La investigación fue publicada en el Journal of Experimental Medicine. Aunque no es una razón inmediata para celebrarlo, las compañías farmacéuticas han estado intentando crear inhibidores de BACE1 durante años, informa National Geographic. Si una empresa tiene un gran avance, podría significar importantes desarrollos para revertir los efectos del Alzheimer. Hay al menos cinco inhibidores de BACE1 que están siendo probados para uso humano.

Sin embargo, los investigadores instan a un enfoque escéptico y cauteloso de los resultados. Los hallazgos y los avances en los ratones no siempre se traducen en humanos. Además, el estudio solo imitó lo que los medicamentos futuros podrían hacer. No se probó ninguna medicación real, lo que significa que los resultados podrían variar ampliamente.

Comenta este articulo