Un equipo de investigadores afiliado a una serie de instituciones en China ha encontrado evidencia de una deficiencia de microbios intestinales en niños que desarrollan el trastorno del espectro autista (TEA). En su artículo publicado en la revista Science Advances, el grupo describe su estudio de microbios intestinales en niños con TEA y lo que encontraron.

Investigaciones anteriores han sugerido que los problemas con el microbioma intestinal pueden estar detrás de la aparición del TEA en los niños afectados, pero cuáles podrían ser esos problemas sigue siendo un misterio. En este nuevo esfuerzo, los investigadores pueden haber dado otro paso hacia la resolución de ese misterio.

El trabajo consistió en recolectar muestras de heces de 39 niños diagnosticados con TEA, y también de 40 niños que no tenían el trastorno. Pero debido a que las grandes diferencias en el bioma intestinal son comunes entre las personas, los investigadores tuvieron cuidado de elegir niños para el estudio que normalmente tendrían biomas similares debido a la edad, el lugar donde vivían y otros factores.

Cada una de las muestras de heces se sometió a secuenciación metagenómica para determinar si había diferencias notables entre los niños con TEA y los que no lo tenían.

El equipo se centró más específicamente en 18 especies microbianas que anteriormente se han relacionado con el TEA. Al hacerlo, el equipo encontró diferencias en las proporciones de enzimas desintoxicantes en los niños con TEA en comparación con los que no.

Sintiendo que estaban en algo, el equipo examinó más a otros 65 niños con TEA y encontró los mismos resultados. Sugieren que el TEA probablemente se desarrolla en niños debido a un impacto del microbioma intestinal en el proceso de desintoxicación intestinal. Y esto, a su vez, permite que las toxinas ambientales ingresen al torrente sanguíneo donde dañan las mitocondrias en las células cerebrales, lo que lleva a síntomas relacionados con el TEA.

Los investigadores reconocen que se requiere más trabajo, pero también sugieren que podría ser posible crear una terapia que ayude en el proceso de desintoxicación, evitando así la aparición del TEA, o mejor aún, para superar los elementos que conducen a problemas de desintoxicación.

Autor: Robert Yirka

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