La capsaicina, el compuesto responsable por el calor del picante, se utiliza en cremas que se venden para aliviar el dolor, y la investigación reciente muestra que en altas dosis, mata a las células del cáncer de próstata. Ahora los investigadores están encontrando pistas que ayudan a explicar cómo funciona la sustancia. Sus conclusiones sugieren que algún día podría llegar en una nueva forma terapéutica. Su estudio aparece en ACS ‘The Journal of Physical Chemistry B.

Hace unos 10 años, los investigadores informaron que la capsaicina puede matar las células de cáncer de próstata en ratones, dejando las células sanas ilesas. Pero la traducción de esas dosis para los seres humanos les obligaría a tener que comer una gran cantidad de chiles por día. Averiguar cómo funciona la capsaicina podría ayudar a los investigadores en la transformación de la misma en un fármaco eficaz en la forma de una inyección o píldora.

Los investigadores han descubierto que la molécula se une a la superficie de una célula y afecta a la membrana, que rodea y protege la célula. Ese hallazgo llevó Ashok Kumar Mishra y Jitendriya Swain tratar de obtener una comprensión más profunda de los efectos de la capsaicina por lo que podría ser aprovechada en el futuro para nuevos medicamentos.

Los científicos fueron capaces de detectar cómo el compuesto interactúa con las membranas celulares mediante el control de su fluorescencia natural. El estudio mostró que las logias de capsaicina en las membranas cerca de la superficie se agregaran a las celulas, y la capsaicina en esencia hace que las membranas se separen. Con investigación adicional, esta idea podría ayudar a conducir a nuevas herramientas contra el cáncer u otras condiciones.

capsaicina y las celulas cancerosas

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