El riesgo de ataque al corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otros eventos cardiacos podía predecirse mediante el control de los niveles de dos componentes de la vitamina D. Esta sugerencia proviene de los investigadores del Centro Médico Intermountain Heart Institute en Salt Lake City, UT.

El investigador principal, Dr. Heidi May, epidemiólogo cardiovascular en el Instituto, y sus colegas, encontraron que los individuos con bajos niveles de vitamina D y biodisponibles totales de vitamina D, eran más propensos a experimentar los resultados cardiovasculares pobres.

La biodisponibilidad es un concepto farmacocinético que alude a la fracción y la velocidad a la cual la dosis administrada de un fármaco alcanza su diana terapéutica, lo que implica llegar hasta el tejido sobre el que actúa.

El nivel biodisponible de vitamina D es la propia vitamina D que ha sido absorbida en el torrente sanguíneo, pero no se ha unido a las proteínas circundantes.

Los investigadores presentaron sus hallazgos recientemente en el American College of Cardiology en Chicago, IL.

Para llegar a sus resultados, el Dr. May y sus colegas, analizaron los niveles de vitamina D de 4.200 individuos de edades entre los 52-76 años. De éstos, alrededor de una cuarta parte tenía diabetes y alrededor del 70% tenían enfermedad arterial coronaria.

El equipo se centró en la medición de los niveles de los participantes de diversos metabolitos de la vitamina D – elementos de la vitamina que se producen durante el metabolismo – y evaluaron si estaban asociados con eventos cardíacos futuros.

Resultados cardíacos pobres con baja total y biodisponible de vitamina D

Los investigadores explican que sólo el 10-15% del total de la vitamina D tiene la capacidad de actuar sobre las células diana durante el metabolismo; la mayoría de los metabolitos de la vitamina D se unen a proteínas de unión a vitamina D.

El equipo dice que es importante para evaluar la proporción de estos «sin consolidar» metabolitos de la vitamina D – como biodisponible de vitamina D – que está disponible para perseguir las células diana.

A partir de su análisis, los investigadores encontraron que la medición de ambos niveles totales de vitamina D y los niveles de vitamina D biodisponible, demostró la más alta precisión para predecir el riesgo de eventos cardíacos.

En otras palabras, las personas con bajos niveles de vitamina D y biodisponible total de vitamina D, estaban en mayor riesgo de ataque al corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca e incluso la muerte cardiovascular, en comparación con las personas cuyos niveles de estas vitaminas eran altos.

Al comentar los resultados, el Dr. May dice:

«Este estudio es la primera investigación que evalúa la asociación de metabolitos de la vitamina D con eventos cardiovasculares. Y la evaluación utilizable de vitamina D podría significar la diferencia en la cantidad de vitamina D prescrita, si se prescribe en absoluto.»

Los investigadores dicen que sus hallazgos se basan en investigaciones previas al asociar los niveles bajos de vitamina D con mala salud del corazón. Sin embargo, se requieren estudios futuros para investigar más a fondo este enlace en poblaciones no blancas, y señaló que estudios anteriores han demostrado los efectos de los metabolitos de la vitamina D varían entre los blancos y los de otras etnias.

Consejos generales

Una exposición corta (de entre 10 y 15 minutos) a la luz solar, evitando hacerlo entre las 12 y las 16h, permite fabricar vitamina D. Se estima que la vitamina D producida por la muestra a los rayos UV representa del 50 al 70% de la necesidad total.
Para completar este porcentaje y conseguir la aportación de vitamina D necesaria, hay que llevar una buena dieta. Sobre todo durante el periodo invernal, cuando la alimentación es el factor que representa la principal fuente de esta vitamina, y abajo enumeramos algunos alimentos ricos en vitamina D, que podrás hacer uso en su dieta habitual:

  • Salmón: El salmón es uno de los alimentos con más cantidad de vitamina D. Una ración de 100 gramos tiene 360 UI de vitamina D, un poco menos de la mitad de la ingesta diaria que los expertos recomiendan.
  • Leche y leche de soja: Muchas marcas de leche están fortificadas con vitamina D. Un vaso de 225 gramos te da 98 UI y muchas marcas de soja, arroz y leche de almendras también están fortificadas con vitamina D.
  • Conservas de atún en aceite: El atún en aceite es otro alimento que aporta vitamina D. 85 gramos de atún en un sándwich o en una ensalada te darán 25% del mínimo diario.
  • Yogurt: Muchos yogures tienen aportes adicionales de vitamina D. Algunos yogures de sabores de frutas, por ejemplo, tienen alrededor de 80 UI por cada 100 gramos.
  • Cereales: No todos los cereales están fortificados con vitamina D, así que es necesario comprobar las etiquetas. Algunos cereales pueden alcanzar incluso 40 UI de vitamina D por taza.

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