Los investigadores han descubierto cómo una hormona presente en el intestino disminuye la velocidad a la que el estómago se vacía y por lo tanto suprime el hambre y la ingesta de alimentos. Los resultados del estudio animal será presentado en la Reunión Anual 94a la Sociedad de Endocrinología en Houston.

«La hormona intestinal, un péptido similar al glucagón 2 o GLP-2, funciona como un neurotransmisor y afina el vaciado a través del receptor de la acción, como se sospecha-la en el cerebro», dijo el investigador principal, Xinfu Guan, PhD, profesor asistente de pediatría y medicina en el Baylor College of Medicine en Houston.

Los investigadores encontraron que esta acción se produce en el receptor de GLP-2 específicamente en un grupo clave de las células nerviosas en el cerebro, llamado proopiomelanocortina o POMC, las neuronas. Estas neuronas se encuentran en el hipotálamo, la parte del cerebro que produce de control del apetito neuropéptidos.

En su estudio mediante métodos moleculares, los ratones que carecen de este receptor de GLP-2 en las neuronas POMC mostró de inicio tardío la obesidad y una mayor ingesta de alimentos en comparación con los normales de ratones de tipo salvaje. Los mutantes, o del receptor de GLP-2 «nocaut», los ratones también se había acelerado el vaciamiento gástrico después de una comida líquida, que se encuentran en una prueba de aliento no invasiva. Cuanto más rápido el vaciado gástrico, mayor será el consumo de alimentos, los científicos saben.

Por lo tanto, las personas obesas pueden tener algo mal con este receptor de la hormona, lo que altera su tasa de vaciado gástrico, Guan especulado. Muchos estudios han demostrado que los seres humanos no diabéticos, obesos han acelerado el vaciado gástrico.

Los investigadores también encontraron que este receptor rápidamente en marcha el PI3K vía de señalización intracelular en las neuronas POMC. Esto, a su vez, induce la excitación neuronal (transmisión de señales) y la expresión de genes, de acuerdo con Guan.

Estos hallazgos, Guan dijo, muestran que en el sistema nervioso central del receptor de GLP-2 juega un importante papel fisiológico en el control de la ingesta de alimentos y el vaciado gástrico.

«Este estudio ha permitido avanzar en nuestra comprensión de los circuitos neuronales del cerebro intestinal que median en la conducta alimentaria a través de la modulación de vaciado gástrico, lo que contribuye al control del peso corporal», dijo.

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