Psicólogos de la Royal Holloway, Universidad de Londres han descubierto que el compartir una experiencia de sincronización con otra persona puede cambiar la percepción que tenemos de nosotros mismos y hacer que los extraños parezcan más familiares y similares a nosotros mismos.

Los investigadores del Departamento de Psicología de la Royal Holloway creó una situación experimental que se asemeja a la experiencia de mirarse en el espejo, pero se sustituye el ‘reflejo’ de la propia cara de la persona con la de un extraño. El participante observa la cara de la persona desconocida otra tocada con un bastoncillo de algodón, mientras que el experimentador les tocó en su propia cara en sincronía completa en un período de tiempo. Los investigadores descubrieron que la sensación táctil en el propio rostro y ver la misma aplicada a la cara de una persona desconocida cambio la capacidad del participante para reconocer su propio rostro.

Dra. Ana Tajadura-Jiménez, uno de los investigadores, explica: «En concreto, cuando se le preguntó a reconocer una foto de su cara a partir de una secuencia de imágenes transformadas de su propio rostro y el rostro de la otra persona que anteriormente vio ser tocado, la imagen que la gente eligió incluye características de la otra persona. . Es importante destacar que este cambio se produjo cuando las dos caras se toquen en la sincronía, pero no cuando se produjo un pequeño retraso entre el toque sentir y ver «, agregó:» Esto refuerza la idea de que los eventos sincronizados entre los individuos pueden actuar como una forma de pegamento social que hace que la gente se siente más cerca y más similares entre sí.

«Los investigadores señalan que varias de nuestras interacciones sociales cotidianas involucran eventos sincronizados, incluyendo caminar junto a las personas que tendemos a sincronizar nuestros pasos y el poder de la danza, los deportes y los rituales parece depender, al menos en parte, en sincronizada experiencias sensoriales. «Nuestros participantes compartieron una experiencia sencilla sensorial con otra persona desconocida, y sin embargo, mostrar cómo esta experiencia cambió su representación de cómo se ven, e hizo la otra persona una apariencia más similar a ellos mismos. Este hallazgo muestra cómo el sentido de lo que somos, nuestro sentido de identidad, se nos da por nuestras interacciones con los demás, y es, finalmente, vuelve a reflejar en los demás «, dice el investigador principal el Dr. Manos Tsakiris.

El estudio, «El otro en mí: la estimulación multisensorial interpersonal cambia la representación mental de sí mismo», publicado en la revista PLoS ONE, también pone de relieve el poder de compartir experiencias multisensoriales con un personaje virtual, un ‘avatar’, en juegos de computadora que puede dar lugar a la personalización de este avatar y para aumentar la participación de los usuarios en los juegos y aplicaciones virtuales.

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