Un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Neuroscience, identifica por primera vez, el gen NTRK3 como un factor en la susceptibilidad a la enfermedad. Los investigadores definen el mecanismo específico para la formación de recuerdos del miedo que le ayudarán en el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos y cognitivos.

ataque-panicoEn España, 5 de cada 100 personas sufren de trastorno de pánico, una de las enfermedades incluidas dentro de los trastornos de ansiedad, y experimentan ataques frecuentes y repentinos de miedo que pueden influir en su vida cotidiana, a veces incluso los hace incapaces de cosas como ir a las tienda , conducir el coche o simplemente esta en el trabajo.

Se sabía que esta enfermedad tenía una base neurobiológica y genética y durante algún tiempo la búsqueda había sido en descubrir qué genes estaban involucrados en su desarrollo, con ciertos genes están implicados y sin su contribución fisiopatológica en la inteligencia. Ahora, por primera vez, los investigadores del Centro de Regulación Genómica ( CRG ) han revelado que el gen NTRK3, es el responsable de codificar una proteína esencial para la formación del cerebro, la supervivencia de las neuronas y el establecimiento de conexiones entre ellos, es un factor en la susceptibilidad genética para el trastorno de pánico.

«Hemos observado que la desregulación de NTRK3 produce cambios en el desarrollo del cerebro que conducen a un mal funcionamiento en el sistema de la memoria relacionada con el miedo», explica Mara Dierssen, jefe del grupo de Neurobiología Celular y de Sistemas del CRG. «En particular, este sistema es más eficiente en processar la información de lo que tiene a ver con el miedo, lo que hace que una persona pueda sobreestimar el riesgo en una situación y por lo tanto se sienten con más miedo y, además, mantiene esa información de una forma duradera y consistente».

Las diferentes regiones del cerebro humano se encargan de procesar este sentimiento, aunque el hipocampo y la amígdala juegan un papel crucial. Por un lado, el hipocampo es responsable de la formación de recuerdos y el procesamiento de la información contextual, lo que significa que una persona puede tener miedo a estar en lugares donde podrían sufrir un ataque de pánico, y por el otro, la amígdala es crucial en la conversión de esta información en una respuesta de miedo fisiológico.

Aunque estos circuitos se activan en situaciones de alerta, lo que los investigadores del CRG han descubierto es que «en aquellas personas que sufren de trastorno de pánico no es la sobreactivación del hipocampo y la activación alterada en los circuitos de la amígdala, lo que resulta en la formación exagerada de recuerdos del miedo», explica Davide D’ Amico, un estudiante de doctorado en la CRG, co- autor de la obra y el artículo publicado en la revista Journal of Neuosciences, junto con Dierssen y la investigadora Mónica Santos.

genes involucrados en el ataque de panico, investigador de ataques de panico

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