Una nueva investigación de la Universidad de Cincinnati (UC) pone puntos a la proteína producida de forma natural, la apolipoproteína A-IV (apoA-IV) como un objetivo potencial para un efecto terapéutico para la diabetes.

Patrick Tso, PhD, profesor en el Departamento de Patología de la Universidad de California y Medicina de Laboratorio, ha publicado investigaciones sobre la capacidad de apoA-IV para reducir los niveles de azúcar en la sangre y aumentar la secreción de insulina.

Los resultados aparecen en la semana del 21 de mayo de 2012, en la edición temprana en línea de Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
ApoA-IV es secretada por el intestino delgado en respuesta a la absorción de grasa. Estudios anteriores han demostrado que la apoA-IV es elevada en los humanos después de un bypass gástrico – que coincide con una mejoría en los síntomas de la diabetes.

El equipo de Tso descubrieron que los ratones deficientes en la apoA-IV tenian intolerancia a la glucosa (la insulina no se segrega para transportar la glucosa del torrente sanguíneo). Estos ratones también desarrollaron diabetes durante el continuo alimentados con una dieta alta en grasas. Cuando se inyecta con la apoA-IV, estos mismos ratones mostraron una mejor respuesta a la insulina y a la glucosa, a pesar de una dieta alta en grasa.

Equipo de Tso también probo la respuesta a la inyección de apoA-IV en ratones diabéticos y se encontró que reduce los niveles de glucosa dentro de ese grupo también.

Tso dice que sus investigaciones muestran que apoA-IV se comporta similar a una incretina, una hormona gastrointestinal que causa un aumento de la liberación de la insulina después de comer para combatir la aparición de glucosa en sangre. Dos conocidos incretinas que se han utilizado en el desarrollo de medicamentos para la diabetes existentes incluyen el péptido inhibidor gástrico (GIP) y péptido similar al glucagón-1 (GLP-1).

«El problema con ambas incretinas es que son de corta duración – sólo unos minutos – y son rápidamente inactivados por una enzima», dice Tso. «Ellos también han sido vinculados a la hipoglucemia, o baja azúcar en la sangre, cuando es administrado cuando el cuerpo tiene una baja concentración de glucosa. El reto es encontrar algo más seguro con una vida media más larga.»

Tso dice apoA-IV tiene una vida media (entre siete y ocho horas) y que las pruebas en su laboratorio mostraron que no tienen efecto sobre los niveles de glucosa cuando se administra en las concentraciones de glucosa bajos. En cambio, dice, parece que funciona en normalizar la glucosa.

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