El ejercicio puede mejorar la salud de los pacientes con cáncer que han terminado su principal relacionada con el cáncer de tratamiento según un estudio publicado en el British Medical Journal.

Investigaciones previas encontraron que los pacientes con cáncer esperan retomar las actividades diarias que han completado su tratamiento principal relacionada con el cáncer y, sin embargo a menudo descubren que sufren de fatiga, disminución de la actividad física y una reducción en la calidad de vida.

Sin embargo, los estudios han encontrado que hay muchos factores de salud, incluyendo la calidad de vida, se puede mejorar a través de participar en la actividad física.
Investigadores de la Universidad de Hong Kong analizó los resultados de 34 ensayos que evaluaron los efectos de la actividad física entre los pacientes adultos con cáncer. En cada estudio se incluyó un promedio de 93 pacientes que habían sufrido de cualquiera de las mamas, la próstata, ginecológicos, cáncer colorrectal, gástrico o cáncer de pulmón.

Resistencia aeróbica y entrenamiento de la fuerza fueron incluidos en los ensayos y la duración media de actividad física was13 semanas. La edad media de los pacientes fue de 55.
Los pacientes que habían recibido tratamiento para el cáncer de mama y había tomado parte en un período de actividad física mostraron mejoras de salud en: control de la glucemia, índice de masa corporal y el peso corporal, las funciones físicas como la fuerza de las extremidades inferiores, los resultados psicológicos tales como la fatiga y la depresión y la calidad de vida. En los pacientes que completaron el tratamiento de otros tipos de cáncer, se observaron mejoras en el IMC, el peso corporal, la función física, tales como consumo de oxígeno y la fuerza de prensión, la depresión y la calidad de vida.

Las diferencias en el tipo e intensidad del ejercicio también tuvo un impacto en la salud física de los pacientes y ha desempeñado un papel importante en los efectos del ejercicio. Pacientes con cáncer de mama encontró que el ejercicio aeróbico, además de resistencia fue significativamente más eficaz en la aptitud física, aptitud emocional, el bienestar general y la preocupación por el cáncer de mama en comparación con la actividad aeróbica por sí mismo.
El efecto de la actividad física también fue mayor en los pacientes más jóvenes, aunque esta parte del estudio no era del todo concluyente, como los pacientes más jóvenes fueron capaces de realizar una actividad física por períodos más largos de tiempo.

En conclusión, los autores del estudio sostienen que se necesitan ensayos adicionales, sobre todo en pacientes con otros tipos de cáncer de mama y de la intensidad de la actividad también se necesita para ser medido. Ellos dicen que sus resultados concluyen que «la calidad de vida fue un claro beneficio significativo de la actividad física y que clínicamente, hubo importantes efectos positivos en las funciones físicas y la calidad de vida».

Comenta este articulo